Ángel, 65 años, heterosexual, casado, padre. Trastorno ansioso depresivo mixto. Judit, diecisiete años, lesbiana, soltera. Trastorno límite de la personalidad. Daniel, treinta y nueve años, gay, viudo. Duelo patológico. Angustias, cincuenta y cinco años, heterosexual, divorciada y madre. Trastorno de estrés postraumático. Los diagnósticos psicológicos son herramientas que ayudan a identificar y clasificar los trastornos mentales. Y que facilitan la comunicación entre profesionales y el acceso a tratamientos específicos. Pero en alguna ocasión se convierten en etiquetas, cuando el diagnóstico reduce la complejidad de la experiencia individual a una categoría. Las historias de Ángel, Judit, Daniel y Angustias son historias de sobreparentalización, homofobia, acoso escolar y desesperación por adaptarse a las exigencias de un ambiente rígido y exigente que no acepta al diferente. Estas cuatro personas tenían historias más allá de su diagnóstico. Pero, sobre todo, tenían la habilidad de escribirlas. Y de analizarlas a partir de ejercicios de escritura. Desde la perspectiva de esas cuatro conm