El autor de este libro es un maestro que desde que comenzó a ejercer su profesión supo que las cosas debían hacerse de otra manera, que los métodos tradicionales de enseñanza no se correspondían con lo que la vida exige luego a los adultos. Con la convicción de que el objetivo de un docente no es conseguir que los niños completen fichas, ni acabar con los contenidos previstos para el curso sin que importen las necesidades y los ritmos de los alumnos, quiso probar nuevas herramientas, pensadas más desde las particularidades de cada clase y de cada niño. Y una vez que comprobó que sus prácticas innovadoras funcionaban, empezó a compartirlas en la red, despertando el interés de miles y miles de profesionales y padres. En este libro, Raúl Bermejo ofrece así los conocimientos y técnicas que utiliza en su día a día con los niños, con el ánimo de ayudar a otros docentes que también quieran cambiar su manera de trabajar pero no sepan cómo hacerlo, así como de inspirar a padres y madres que deseen estimular la creatividad de sus hijos y dar rienda suelta a su talento, lo cual -sostiene el autor- es precisamente el objetivo de todo buen maestro.
El autor de este libro es un maestro que desde que comenzó a ejercer
	su profesión supo que las cosas debían hacerse de otra manera, que
	los métodos tradicionales de enseñanza no se correspondían con lo
	que la vida exige luego a los adultos. Con la convicción de que el objetivo
	de un docente no es conseguir que los niños completen fichas,
	ni acabar con los contenidos previstos para el curso sin que importen
	las necesidades y los ritmos de los alumnos, quiso probar nuevas herramientas,
	pensadas más desde las particularidades de cada clase y
	de cada niño. Y una vez que comprobó que sus prácticas innovadoras
	funcionaban, empezó a compartirlas en la red, despertando el interés
	de miles y miles de profesionales y padres.
	En este libro, Raúl Bermejo ofrece así los conocimientos y técnicas
	que utiliza en su día a día con los niños, con el ánimo de ayudar a
	otros docentes que también quieran cambiar su manera de trabajar
	pero no sepan cómo hacerlo, así como de inspirar a padres y madres
	que deseen estimular la creatividad de sus hijos y dar rienda suelta a
	su talento, lo cual -sostiene el autor- es precisamente el objetivo de
	todo buen maestro.